Las habilidades socioemocionales como eje transversal de desarrollo de la educación para la infancia
- www.elblogdeeducacion.org
- 20 mar 2020
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Los espacios escolares se encuentran bajo la necesidad de innovar para satisfacer las necesidades de los alumnos, pero mÔs aun ofrecer alternativas de formación integral para el mundo en el que vivirÔn las futuras generaciones que trasciendan los procesos cognitivos y profundicen en las habilidades que requerirÔ el mundo, su mundo.
La propuesta de integrar procesos basados en el uso de la tecnologĆa no pretende suplantar a nadie, sino complementar las destrezas acadĆ©micas fundamentales que inician desde preescolar, se profundizan en primaria y continĆŗan en secundaria.
El proceso de enseƱanza y aprendizaje basado en el desarrollo integral de habilidades y destrezas digitales impacta de forma positiva y trasciende en la guĆa de los niƱos y adolescentes para favorecer sus fortalezas fĆsicas, emocionales, sociales y cognitivas.
Imaginemosā¦.āConsidere un aula en la que el trabajo en grupo se enfoca no sólo en el dominio del material acadĆ©mico, sino tambiĆ©n en la forma en que los estudiantes colaboran y se comunican entre sĆā. Lo anterior forzosamente impactarĆ” de manera positiva en la construcción de un mejor mundo, una mejor forma de ser y hacer las cosas. Verdaderamente trabajo en colaboración. El desarrollo de Ć©stas habilidades son imprescindibles para las generaciones mĆ”s jóvenes de hoy, que requieren una amplia gama de habilidades sociales y emocionales para prepararse para las demandas de un lugar de trabajo que cambia rĆ”pidamente, posicionarlos para lograr mejores resultados acadĆ©micos y equiparlos para contribuir a la sociedad que habiten, pero mĆ”s aun, para ser felices con lo que son y hacen.
QuiĆ©n no ha pensado en el futuro, en el lugar que habitarĆ”n nuestros hijos, alumnos; quĆ© habrĆ”, en quĆ© trabajarĆ”n. El lugar de trabajo estĆ” cambiando; en muchas partes del mundo los empleos que han crecido de manera mĆ”s constante en las Ćŗltimas dos dĆ©cadas, medidos por los salarios y el empleo, son aquellos que requieren habilidades cognitivas elevadas y habilidades interpersonales amplias y coherentes. Por lo tanto, la combinación de ambas fortalecerĆ” un proceso adecuado de inserción a la sociedad y se generarĆ”n puentes de comunicación e intercambio positivos. A partir de las tendencias existentes en el mundo el aprendizaje debe ser transformado de manera que permita a los estudiantes adquirir el amplio conjunto de habilidades que les ayudarĆ”n a prosperar en un mundo saturado de tecnologĆa.
Estudios sobre proyección y tendencias sociales y humanas seƱalan que un 65% proyectado de niƱos que entran a la escuela primaria trabajarĆ” en trabajos que no existen hoy en dĆa[1]. La transformación es eminente y requerirĆ” habilidades sociales y emocionales tales como creatividad, iniciativa y capacidad de adaptación para navegar, para sorfear, para trabajar, para crear, para vivir. Algunas corrientes sostienen que el mercado de trabajo emergente requerirĆ” que los trabajadores sean capaces de resolver problemas no estructurados, trabajar con nueva información y llevar a cabo tareas manuales no rutinarias.[2] AdemĆ”s, los empleos o muchos de ellos dependerĆ”n de un proceso veloz, cĆ”lido y con inteligencia para procesar y transmitir información que se vuelva conocimiento. Considero que el Ć©xito laboral depende y dependerĆ” de la capacidad de analizar problemas sin el beneficio de una hoja de instrucciones, sino tambiĆ©n de comunicar sus observaciones a otros, a travĆ©s de las fronteras. Los requerimientos laborales necesitarĆ”n incluir la adaptabilidad y procesamiento óptimo social y emocional.
Ejemplo documentado por Google: ā¦āEl gigante global de Internet Google. DespuĆ©s de examinar las encuestas de empleados y las revisiones de desempeƱo, Google encontró que sus gerentes mĆ”s efectivos eran buenos entrenadores, tomaban un interĆ©s activo en la vida de sus empleados y eran expertos en escuchar y compartir informaciónā[3] Los estudios han demostrado que las habilidades sociales y emocionales pagan dividendos en el rendimiento acadĆ©mico y otras medidas de bienestar.
Un meta anĆ”lisis de 213 estudios que involucraron a mĆ”s de 270,000 estudiantes desde kindergarten hasta la escuela secundaria encontró que el aprendizaje social y emocional podrĆa promover una serie de beneficios acadĆ©micos, sociales y emocionales para los estudiantes. [4] Los estudiantes que recibieron la instrucción basada en la propuesta social y emocional tuvieron puntajes de logros que promediaron 11 puntos percentiles mĆ”s altos que aquellos que no lo hicieron. La adquisición de habilidades sociales y emocionales contribuyó a mejorar el rendimiento acadĆ©mico y mejorar las actitudes y comportamientos.
Es un hecho que poseer un conjunto equilibrado de habilidades cognitivas y sociales y emocionales es crucial para que los niƱos puedan enfrentar mejor los retos del siglo XXI.
II. ¿Cómo enseñar las habilidades sociales y emocionales?
Cambiar, modificar sin conocer el qué pasarÔ genera incertidumbre de forma innata en cualquier educador. No obstante, al contar con un programa sustentado teorica y metologicamente permitirÔ generar una sensación de confianza en quien educa.
La forma mƔs innovadora e interesante para los alumnos es:
La escuela tradicional trabaja principalmente bajo tres enfoques
La escuela del siglo XXI debe trabajar:
Un plan de estudios basado en el desarrollo de la cognición.
Con un enfoque cognitivo-conductual.
Estrategias didÔcticas de control que inibe la imaginación y la creatividad y/o socialización.
Un plan de estudios adecuado y adaptado para trabajar lo socioemocional de forma especĆfica y estructurada; es decir; un programa que desarrolle habilidades sociales y emocionales incorporado en un currĆculo acadĆ©mico existente y prĆ”cticas de enseƱanza tales como aprendizaje basado en proyectos o investigaciones.
Una didĆ”ctica adecuada: MetodologĆa de aplicación.
La estructura didÔctica de trabajo se emite a partir de la selección de la habilidad a trabajar y a partir de ahà se incluye un conjunto de practicas de instrucción, incluyendo el trabajo en grupo: cooperativo; discusiones, enseñanza entre pares, resolución de problemas y reestructuración global. La prÔctica de "compartir pensamiento-pareja" alienta a los estudiantes a pensar primero en un problema o una pregunta, y luego invita al resto de los estudiantes a debatir y, en última instancia, los grupos diferenciados han resumido sus discusiones para la clase.
Este tipo de estrategias pueden intervenir positivamente en lo establecido; es decir el curriculum oficial de cualquier sistema educativo. Los educadores tambiƩn pueden integrar el contenido y el vocabulario en programas acadƩmicos enfocados en habilidades fundamentales.
Por ejemplo, se puede adaptar el programa de historia o geografĆa combinando lecciones y actividades sobre identidad y comunidad con la instrucción tradicional de la historia, fomentando el diĆ”logo, la empatĆa y la reflexión.
III: La teconologĆa y el proceso de enseƱanza-aprendizaje.
La tecnologĆa tiene enormes promesas para ayudar a fomentar las habilidades del siglo XXI, incluyendo las habilidades sociales y emocionales. Puede personalizar el aprendizaje, involucrar a los desentendidos, complementar lo que ocurre en el aula, extender la educación fuera del aula y proporcionar acceso a los estudiantes que de otra manera no tendrĆan suficientes oportunidades educativas. Sin embargo, hasta la fecha, la mayorĆa de las estrategias de aprendizaje comĆŗnmente usadas para desarrollar habilidades sociales y emocionales no utilizan la tecnologĆa o la utilizan de manera limitada, por varias razones. Muchos padres y educadores no comprenden completamente cuĆ”les son las tecnologĆas mĆ”s prometedoras para desarrollar las habilidades sociales y emocionales o la mejor manera de utilizar esas tecnologĆas.
Los docentes utilizan computadoras, pizarras interactivas y otras tecnologĆas para hacer que las horas de clase sean mĆ”s productivas, como administrar horarios y lecciones. Existe una brecha significativa entre el porcentaje de maestros y padres que creen que la tecnologĆa es efectiva para desarrollar las destrezas sociales y emocionales
A pesar del gran desafĆo; es un hecho ineludible que las oportunidades que se generan a travĆ©s del uso de la tecnologĆa en la educación para ampliar la enseƱanza de las habilidades sociales y emocionales y maximizar su impacto es favorecedora.
Si el objetivo es impulsar la creatividad de un estudiante, habilidad socioemocional: La ciencia enfocada a las habilidades del pensamiento sugieren que un juego tecnológico y lĆŗdico serĆa apropiado si crean roles complementarios para diferentes actores. El juego de roles y el cambio de perspectiva facilita la actividad y las misiones del grupo. Exigir a los jugadores que trabajen juntos hacia objetivos comunes para progresar en un juego puede nutrir el liderazgo y la comunicación. Los jugadores tambiĆ©n pueden aprender habilidades de negociación a medida que intercambian bienes virtuales mientras juegan, lo que puede generar liderazgo y conciencia social y cultural. En una sesión despuĆ©s del juego, los jugadores y un facilitador hablan acerca de las experiencias y los resultados de los juegos.
Lo anterior pone en marcha la gran propuesta o idea de aprende a aprender donde se fortalecen todos los procesos de aprendizaje, logrando seres humanos empÔticos, con resistencia a la presión social, rescilientes, tomadores de decisiones, creativos, con autoconocimiento.
[1] Davidson, Cathy N., Now You See It: How Technology and Brain Science Will Transform Schools and Business for the 21st Century, Penguin Books, 2013
[2] Levy, Frank and Murnane, Richard J., Dancing with Robots: Human Skills for Computerized Work, Third Way, 2013, http:// content.thirdway.org/publications/714/Dancing-With-Robots.pdf.
[3] http://www.eoi.es/blogs/mtelcon/2012/12/21/capital-humano%E2%80%9Cgoogle%E2%80%9D-un-modelo-de-gestion/
[4] Durlak, Joseph A., et al., āThe Impact of Enhancing Studentsā Social and Emotional Learning: A Meta-Analysis of School-Based Universal Interventionsā, Child Development, January/February 2011, Volume 82, http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/j.1467- 8624.2010.01536.x/abstract.
